Los primeros fenómenos magnéticos observados se
relacionaron con fragmentos de piedra de imán o magnetita (un óxido de hierro)
encontrada cerca de la antigua ciudad de Magnesia hace aproximadamente 2000
años. Se observó que estos imanes naturales atraían pequeños trozos de
hierro no magnetizado. Esta fuerza de atracción se conoce como magnetismo,
y al objeto que ejerce una fuerza magnética se le llama imán.
Si una barra
imantada se introduce en un recipiente que contenga limaduras de hierro y
enseguida se retira, se aprecia que los minúsculos fragmentos de hierro se
adhieren más fuertemente a las áreas pequeñas cercanas a los extremos (véase la
figura 29.1). Estas regiones donde parece concentrarse la fuerza del imán se
llaman polos magnéticos.
Cuando cualquier material magnético se suspende de un
cordel, gira alrededor de un eje vertical. En la figura 29.2 se ilustra cómo se
alinea el imán en una dirección Norte-Sur. El extremo que apunta hacia el Norte
se llama el polo norte (N)
del imán. Su opuesto, el extremo que ve al sur se llama polo sur (S) del imán. La polarización del
material magnético es lo que cuenta para su aprovechamiento como brújula para
la navegación. La brújula consiste en una aguja ligera imantada que se apoya
sobre un soporte con poca fricción.
Se puede
demostrar fácilmente que los polos norte y sur del imán son diferentes. Cuando
se acerca al imán suspendido por la cuerda otra barra imantada, como muestra la
figura 29.3, los dos polos norte o los dos polos sur se repelen entre sí,
mientras que el polo norte de uno y el polo sur de otro se atraen mutuamente.
La ley de la fuerza magnética establece que:
Polos magnéticos ¡guales se repelen
y polos magnéticos diferentes se atraen.
No existen polos aislados. No importa cuántas veces se
rompa un imán por la mitad, cada pieza resultante será un imán, con un polo
norte y un polo sur. No se conoce una sola partícula que sea capaz de crear un
campo magnético de manera similar a como un protón o electrón crean un campo
eléctrico.
La atracción que ejercen los imanes sobre el hierro no
magnetizado y las fuerzas de interacción que surgen entre los polos magnéticos
actúan a través de todas las sustancias. En la industria, los materiales
ferrosos que han sido desechados y se arrojan a la basura pueden separarse para
reutilizarlos por medio de imanes.
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