lunes, 19 de noviembre de 2012

29.1 Magnetismo



Los primeros fenómenos magnéticos observados se relacionaron con fragmentos de piedra de imán o magnetita (un óxido de hierro) encontrada cerca de la antigua ciudad de Magnesia hace aproximadamente 2000 años. Se observó que estos imanes naturales atraían pequeños trozos de hierro no magnetizado. Esta fuerza de atracción se conoce como magnetismo, y al objeto que ejerce una fuerza magnética se le llama imán.

    Si una barra imantada se introduce en un recipiente que contenga limaduras de hierro y enseguida se retira, se aprecia que los minúsculos fragmentos de hierro se adhieren más fuertemente a las áreas pequeñas cercanas a los extremos (véase la figura 29.1). Estas regiones donde parece concentrarse la fuerza del imán se llaman polos magnéticos.

 

Cuando cualquier material magnético se suspende de un cordel, gira alrededor de un eje vertical. En la figura 29.2 se ilustra cómo se alinea el imán en una dirección Norte-Sur. El extremo que apunta hacia el Norte se llama el polo norte (N) del imán. Su opuesto, el extremo que ve al sur se llama polo sur (S) del imán. La polarización del material magnético es lo que cuenta para su aprovechamiento como brújula para la navegación. La brújula consiste en una aguja ligera imantada que se apoya sobre un soporte con poca fricción.

   Se puede demostrar fácilmente que los polos norte y sur del imán son diferentes. Cuando se acerca al imán suspendido por la cuerda otra barra imantada, como muestra la figura 29.3, los dos polos norte o los dos polos sur se repelen entre sí, mientras que el polo norte de uno y el polo sur de otro se atraen mutuamente. La ley de la fuerza magnética establece que:

Polos magnéticos ¡guales se repelen y polos magnéticos diferentes se atraen.

No existen polos aislados. No importa cuántas veces se rompa un imán por la mitad, cada pieza resultante será un imán, con un polo norte y un polo sur. No se conoce una sola partícula que sea capaz de crear un campo magnético de manera similar a como un protón o electrón crean un campo eléctrico.


La atracción que ejercen los imanes sobre el hierro no magnetizado y las fuerzas de interacción que surgen entre los polos magnéticos actúan a través de todas las sustancias. En la industria, los materiales ferrosos que han sido desechados y se arrojan a la basura pueden separarse para reutilizarlos por medio de imanes.


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